CHARLA IA (ANÉCDOTA)

Mi hermano, conociendo mi interés, diría yo que ligero o a un nivel de usuario mediocre, por la inteligencia artificial, me envió un cartel por una app de mensajería con la información de unas charlas sobre la dicha. El día anterior al primer evento, constando este de tres días de duración, me acordé de la celebración del mismo y aunque soy reacio a salir de casa, algo que solo suelo hacer para realizar esporádicas excursiones fotovideográficas, me decidí a acudir.

Hice un poco de tiempo, no dispongo de vehículo propio y tengo que utilizar el transporte público, fumando unos cigarrillos, en un parque, dos, y otros dos sentado en un poyete al lado del local de la celebración. Entré unos diez minutos antes de que comenzase.

No sé que es lo que esperaba pero al salir me dije que no volvería al día siguiente, cosa que después me replanteé, solo que puede más mi apatía y la entrega al hogar que comparto con mis padres, y fue eso, el replantearme volver, al considerar de utilidad las enseñanzas impartidas, desde un enfoque distinto al que yo creía ser el correcto, siendo el correcto una gravosa distorsión, pues en realidad no iba con una idea preconcebida, a no ser el impartir conocimientos aplicables a su uso cotidiano en el mismo que yo le doy, y eso si sucedió en parte, al final y con un encuadre difuso. 

Me pareció extraño el contenido de la charla, con una duración de dos horas, la primera hora y media fue una oda a la arquitectura, recibiendo el apoyo de medios audiovisuales incomprensibles para mí, tras una introducción de uno de los dos conferenciantes, resaltar que apenas o sin apenas no recuerdo lo que dijo, el segundo conferenciante en tomar la palabra nos dió a la escasa audiencia, todo un recital arquitectónico, en parte del cual la inteligencia artificial se integraba en dicha disciplina, aún llevando el peso, aspectos incomprensibles para un nonato en la materia y donde el a priori tema a tratar aparecía algo distante.

Apareció la última media hora de parte del que había sido quien presentó el evento y lo hizo, como creador de imágenes mediante palabras, reciben el nombre de prompts, y un esquema de como producir uno de ellos, que fue lo único que apareció en pantalla aparte de las imágenes generadas. 

Podría extenderme algo más con detalles como que yo tenía ganas de salir a fumar, o haciendo hincapié en el desencuadre de la arquitectura, incluso comentando cada imagen de la segunda parte, pero es hora de conocer el por qué me pareció la charla fuente de conocimiento.

Hice ver anteriormente el vacío de mi vida social, por lo que la oportunidad de ver la presentación de un producto, porque fue eso, mero marketing, me ha ayudado a comprender mejor el mundo de hoy en día, y es que a mi modo de entender la situación, nos estaban vendiendo una marca, o una imagen que para ellos es su realidad, la comprensión de esto fue lo que consiguió que me propusiese no abandonar las charlas, aún a pesar de la metodología parcial que yo concebí, como publicitación de ciertas aplicaciones, sobre todo en la segunda parte.

La decisión de no regresar es debido a lo citado con anterioridad acerca de la apatía y el hogar, y a que los temas, un debate y más arte digital me parecen poco atractivos para superar los impedimentos que en mí se hacen eco.

Cierto es que me decepcionó la charla pero lo mismo es que me sirvió para comprender el foco de atención en el que se basa la información, y que no es otra que el autobombo, quizá se sorprendan de que esta lección la haya aprendido ahora, y no es así pues en las noticias y en redes se puede ver a diario, es tan solo la simpleza de constatar que este está presente en todos los ámbitos.